Cuando nos proponemos empezar a hacer deporte debemos seguir unas pautas simples pero que nos permitan mantener esa actividad en el tiempo sin poner excusas y sin caer en lesiones. Los tres principios a tener en cuenta son los siguientes:
1º Objetivo realista: toda actividad física, aunque no sea profesional, debe cumplir un objetivo realista, algo que produzca más animos y que no suponga una alteración en la vida habitual.
Ejemplo: Correr 30 minutos al día 2 días a la semana.
2º Planificación: No es fácil de conseguir un objetivo si existen variables que alteran continuamente el objetivo, por eso hay que establecer un plan que no se altere salvo excepciones muy grandes. Esto sería determinar los días se van a usar para ello.
Ejemplo: Los dos días que se sale a correr son los miércoles y los sábados.
3º Temporización: Los objetivos sencillos mejoran la estabilidad emocional ante ellos y ayudan a lograr nuevos retos ya que en un plazo breve se logran, pero los complejos requieren adaptación y persistencia. Hay que determinar cuánto tiempo tenemos para llegar al objetivo y si es un escalón o una meta final para mantener.
Ejemplo: Lograr ese objetivo en 3 meses y mantenerlo todo el año.
Ejemplo 2: Lograr ese objetivo en 4 meses y aumentar la actividad en 5 minutos cada 2 meses hasta llegar a los 50 minutos.
**Hay que tener en cuenta que en el deporte a nivel de competición estos tres parámetros se barajan de forma diferente, pero aquí hablamos de deporte saludable. Si pretendes adquirir un nivel de competición, lo mejor es ponerse de la mano de expertos, si necesitas uno, contacta con marcospastorgalan@gmail.com y te ayudaré a encontrar uno**